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Derecho a la vivienda
Colectivos sociales en Collado Villalba recuperan 86 viviendas abandonadas propiedad de la Sareb
La ocupación del inmueble, anunciada a última hora de este 1 de enero, se produjo el pasado 20 de diciembre y ha permitido realojar a un centenar de personas en situación de precariedad y sin cobertura habitacional. “Este año tenemos casa”, celebran desde los colectivos que impulsan la acción de desobediencia.
Bajo el lema “Este año tenemos casa”, la Asamblea de Vivienda de Collado Villalba y otros movimientos sociales locales anunciaban a última hora del primer día del año “la recuperación de un bloque de 86 viviendas” que llevaba abandonado más de una década y que ahora “es el hogar de familias con hijos e hijas, juventud precaria y combativa, personas mayores con escasos recursos y gente que se hallaba en situación de calle”.
Según un comunicado de los colectivos implicados en la acción, la ocupación se produjo el pasado 20 de diciembre y ha permitido “proporcionar habitacionalidad a alrededor de un centenar de personas, familias, jóvenes y mayores”. Se trata de dos edificios que forman un mismo bloque urbanístico propiedad de la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (SAREB), más conocido como “el Banco malo”, y se encuentra en los portales 13-15 de la calle Real, una de las arterias más transitadas de la localidad serrana de Collado Villalba, a escasos 300 metros de la estación de Renfe Cercanías.
“Nos lo hemos encontrado en una situación de abandono tremenda, hemos trabajado colectivamente para hacerlo habitable", explicó Tamara Macías, de la asamblea de Vivienda.
“El edificio lleva abandonado desde la fecha de construcción, en 2008, y se hallaba en claras condiciones de abandono, lleno entre otras cosas de humedades, grafitis, basura, heces de palomas o restos de fiestas”, denuncian desde las organizaciones. “Nos lo hemos encontrado en una situación de abandono tremenda, hemos trabajado colectivamente para hacerlo habitable, hemos retirado escombros y basura, pintado paredes, se han tapado grafittis, Se ha hecho un trabajo estupendo y llega en un momento de mucho frío en la sierra”, explica una de las integrantes de la asamblea de Vivienda de Villalba, Tamara Macías.
“Esta comunidad de vecinos y vecinas es rica en diversidad. Está integrada por personas de multitud de nacionalidades, orígenes y experiencias, con un objetivo común, tener un techo bajo el cual vivir. Al contrario de lo que nos quieren hacer creer ciertos partidos políticos y medios de comunicación la gente que se aloja en estas viviendas no son gente conflictiva, ni ladrona, ni traficante. Son personas como Marta, Lidia, Dani o Mohammed, a las que el mercado inmobiliario y el estado de bienestar han dejado de lado”, destacan en el comunicado.
Personas sin hogar
Una persona desahuciada muere en un parque de Villalba
Al respecto, Macías, explicó que “hay varias unidades familiares con hasta tres menores, en total hay unas doce niñas y niños que están encantados, seis personas que estaban en situación de calle y unas nueve que vivían en infraviviendas”.
“Cuando entraron aquí eran lágrimas de felicidad lo que tenían en sus ojos, hemos cambiado la salud de estas personas, hemos humanizado su situación. Un chico que estaba en situación de calle con la dermis muy afectada por el frío y ahora está encantado. Personas con enfermedades respiratorias propias de vivir situaciones de frío y alguna con tratamientos graves de oncología inclusive”, describió la activista.
Desde la Asamblea de Vivienda de la localidad no solo han expresado su apoyo a la recuperación del edificio abandonado, sino que lo consideran “una cuestión de necesidad absoluta”. Según explican, “cada vez acuden más personas a la asamblea con situaciones de extrema vulnerabilidad. No se puede permitir que vuelvan a suceder casos como el de Alfonso, nuestro vecino que murió en la calle a causa del frío el pasado mes de diciembre. La asamblea defiende la liberación de espacios y la legitimidad de la recuperación de cualquier inmueble, quizás en especial de la SAREB, ya que fue rescatado con dinero público”, enfatizan.
Alfonso era un vecino de la localidad, de una familia tradicional del pueblo, que había sido desahuciado hacía más de un año y llevaba viviendo en situación de calle desde hace al menos seis meses. A las 7 de la mañana del pasado 4 de diciembre y tras una noche gélida, su cuerpo fue encontrado sin vida en un banco del Parque de los Aromas. Su trágico final se ha convertido en un emblema de las demandas ciudadanas en la lucha por una vivienda digna.
Desahucios
Suspendido el desahucio a una familia palestina en Villalba
Según informan desde los colectivos implicados “el edificio está recuperado en su totalidad” y la respuesta vecinal es de apoyo a la iniciativa. “Mucha gente está donando catalíticas, mantas. Nos traen todos los días comida calentita, mantas, continuamente preguntan si hace falta algo, el apoyo es tanto de vecinas que nos rodean como de conocidos y el tejido social cercano a la asamblea de vivienda, desde donde estamos haciendo solicitudes de mantas y cosas elementales que cubrir”, confirma Macías.
“El derecho a la vivienda es básico, y si la política de estado no está a favor de las personas sino de los mercados, la única alternativa es la recuperación de lo que es nuestro. Así lo hemos hecho. Esta desobediencia civil organizada ha supuesto la recuperación de la alegría, las ganas de vivir, la ilusión, esperanza, la salud y calidad de vida para muchas personas”, reafirman en el comunicado.
“Si no han sido capaces de solucionar el problema habitacional de las nuevas familias vecinas al menos no entorpezcan la autotutela de derechos que han iniciado”, reclaman a las administraciones.
Por último, los colectivos han demandado a la empresa propietaria de los pisos, Sareb, poner en alquiler social “los pisos rescatados de los bancos con dinero público” y no “abandonarlos hasta que el deterioro los convierta en un montón de escombros”. También han lanzado un mensaje a las instituciones públicas, diciéndoles que “si no han sido capaces de solucionar el problema habitacional de las nuevas familias vecinas al menos no entorpezcan la autotutela de derechos que han iniciado”.
“Al movimiento por la vivienda de todo el Estado y a todos los movimientos sociales de la sierra les llamamos a apoyarnos y apoyarse en nosotras si lo necesitan y a nuestras vecinas y vecinos que nos vean con recelo les invitamos a ponerse en nuestra piel, a conocernos y descubrir que por más que intenten separarnos con el miedo tenemos más en común de lo que parece, la vulnerabilidad nos une y el apoyo mutuo nos hace fuertes”, concluyen.
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No es verdad que estuviese abandonado, tiene legítimos dueños que no pudimos entrar por que no nos dejaron.
El edificio no estaba abandonado simplemente no nos dejaron entrar a los legítimos propietarios. Como no lo hemos ocupado ilegalmente nos dicen que hemos perdido nuestro derechos.
El edificio no estaba abandonado varias familias pagamos una entrada para vivir en el, el ayuntamiento denegó la habitabilidad, después de 11 años de litigios nos encontramos esto.
¿Qué hace un edificio abandonado desde 2008 propiedad de la SAREB? Estará mejor conservado por la gente que ha encontrado refugio ahí, ¿no? Bien hecho.
El Gobierno debe dotarse de un parque de viviendas público de alquiler social, entre otras medidas, para garantizar a toda persona un vivienda digna. Se calcula que hay tres millones y medio de viviendas vacías ¿para especular? Ni gente sin casa ni casas sin gente, tan justo y rentable social y económicamente como eso.